HABLEMOS DE AUDÍFONOS…
Millones de personas corren el riesgo de perder audición debido a las malas prácticas al escuchar música con un volumen potencialmente perjudicial, especialmente cuando se utilizan auriculares.
Nuestro oído es un sensor muy preciso, su función es transformar las variaciones de presión que se propagan a través del aire en forma de ondas, que es lo que nosotros conocemos como sonido, en impulsos eléctricos que serán procesados e interpretados por nuestro cerebro.
El problema viene cuando existe una exposición prolongada y volumen alto. Estos dos parámetros mantienen un equilibrio sutil, de manera que cuanto más alto es el nivel de presión sonora menos tiempo transcurrirá hasta que se produzca la lesión auditiva, y un volumen más moderado requerirá una exposición durante más tiempo para provocar daño en nuestros oídos.
No obstante, ¿por qué pueden ser peligrosos los auriculares si nos excedemos con el volumen? Sencillamente porque la proximidad de los pequeños altavoces que incorporan a nuestros oídos les permite alcanzar con mucha facilidad un nivel de presión sonora muy elevado.
Todos los auriculares se parecen, pero su impacto en nuestro oído, no.
Existen tres tipos, los auriculares intraurales son los que van colocados en el interior de nuestra oreja; los supraaurales los que utilizan unas almohadillas para apoyarse sobre la superficie de nuestro pabellón auricular; y los circumaurales son los que envuelven por completo nuestra oreja, de manera que sus almohadillas reposan sobre nuestro cráneo, pero no sobre el pabellón auricular.
En cualquier caso, aunque tengamos en cuenta la idoneidad de unos u otros para cada escenario de uso, si nos ceñimos estrictamente a su impacto sobre nuestra salud auditiva la mejor opción son unos auriculares circumaurales con cancelación del ruido y lo son por una razón contundente: nos aíslan del ruido exterior con más eficacia que los auriculares supraaurales e intraaurales, por lo que no nos obligan a incrementar el nivel de presión sonora.
Por supuesto, en aquellos escenarios de uso en los que los auriculares circumaurales no son una buena opción, por la razón que sea, merece la pena apostar por un modelo con acoplamiento supraaural o intraaural con cancelación del ruido porque esta tecnología puede protegernos del ruido exterior y ayudarnos a escuchar nuestros contenidos a un volumen moderado sin que queden enmascarados. Aun así, elijamos los auriculares que elijamos, no debemos olvidar que la mejor forma de proteger nuestros oídos no es otra que moderar el volumen tanto como sea posible y llevar a cabo periodos de descanso frecuentes. Las células ciliadas de nuestras cócleas nos lo agradecerán.
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